Autor: Leonardo da Vinci
Título: La Virgen de las rocas
Cronología: S. XV
Técnica: Originalmente óleo sobre tabla
Museo: Louvre de París y National Gallery de Londres .
La Virgen de las rocas es el título de dos pinturas de Leonardo da Vinci. La versión comúnmente considerada como la primera se conserva en el Museo del Louvre, en París (Francia), mientras que la segunda se custodia en la National Gallery de Londres, Inglaterra (Reino Unido).
Ambas obras miden casi dos metros de alto y están pintadas al óleo; inicialmente eran pinturas sobre tabla, si bien la del Louvre fue transferida a un lienzo.
Las dos obras muestran a la Virgen María y al Niño Jesús junto a Juan Bautista y el arcángel Uriel en una zona rocosa, siendo el escenario el que da nombre a las pinturas.
Ambas piezas difieren en lo que respecta a la mirada y la mano derecha del arcángel, existiendo a su vez variaciones en los colores, la luz, la flora y el modo de empleo de la técnica del sfumato.
Toda la escena está llena de misterio logrado por la técnica del sfumato. Con ello los perfiles se desdibujan, se funden las figuras con el paisajes y los rostros parecen llenos de misterio como en Uriel..
El recurso del color es usado también para conseguir el efecto profundidad utilizando tonalidades azuladas, plateadas cada vez menos detalladas a medida que se alejan del primer plano.
Con el uso de la luz Leonardo crea da espacio y profundidad mediante dos focos lumínicos: un foco de luz parece proceder de fuera, de nuestra izquierda ilumina a las figuras sagradas del primer plano, creando luces y sombras, modelando los personajes y los detalles de las plantas, y otro foco de luz natural entra en el interior ilumina las formas que se adivinan a través de la rocas. Entre un foco y otro la luz se va degradando dejando en penumbra la cueva y creando sensación de espacio.
El esfumado es una técnica pictórica inventada por Leonardo que se obtiene por aumentar varias capas de pintura extremadamente delicadas, proporcionando a la composición unos contornos imprecisos, así como un aspecto de antigüedad y lejanía. Se utilizaba en los cuadros del Renacimiento para dar una impresión de profundidad. Leonardo la describía como "sin líneas o bordes.."
Este efecto hace que los tonos se difuminen hasta valores más oscuros como en La Virgen de las Rocas (1483-1486), donde ya se considera totalmente logrado y sobre todo en Mona Lisa o el San Juan Bautista (cuadros conservados en el Louvre de París).
La Gioconda (1503-1506) de Leonardo ilustra la técnica del sfumato en el óleo, particularmente en el sombreado alrededor de los ojos. |
San Juan Bautista (1513-1516) de Leonardo. |